BARCELONA
Estudié en Barcelona,
entiendo perfectamente el catalán, y visito de vez en cuando a mis amigos
catalanes. No hay problema de convivencia entre Murcia y Cataluña. Precisamente
la historia de cientos de años pone de manifiesto los estrechos vínculos entre
los reinos de Murcia y Aragón y Cataluña.
Y mira por donde, en la
ciudad más acogedora de España, es decir la nuestra, se está produciendo un fenómeno preocupante. Hay gente que mira de
forma rara a quienes hablan bien de los catalanes, e incluso algunos van más
allá al oponerse a un producto tan internacional como el Cava.
¿Por qué los gobernantes que nos han tocado
en suerte, han creado graves conflictos de relación?. Estos políticos (desde
Barcelona a Madrid, pasando por Murcia) se engolfan como matones de colegio, en la
práctica del bullying.
Da vértigo ver la torpeza con la que
abordan el problema más importante que tenemos los españoles en este momento.
Y
ahora qué?
Hay que emplear demasiadas
energías para salir de este enredo.