viernes, 22 de agosto de 2014


Mejor Aceite

En 1890 El Diario de Murcia se hacía eco de las propiedades de este Aceite: “…pues el que se vende aún en las tiendas más acreditadas parece andaluz, por su grosura y su sabor poco fino".

Los precios de mercado ponen de manifiesto que se trataba de un aceite exclusivo. En 1899, la arroba se cotizaba entre 13,75 y 14 pesetas, mientras que el andaluz no alcanzaba las 12,50 ni en su categoría superior. Y Las Provincias de Levante advertía que este aceite “no se vende desde hace algún tiempo, más que por el propio cosechero”… “Se avisa al público, porque en varios establecimientos se anuncia y expende con aquel nombre, aceite de otras procedencias”.

Las oliveras de esta zona, datan del siglo XVIII,  y su  aceite fue considerado insuperable frente a cualquier otro producido en España. Posteriormente, el catedrático de Agricultura Tomás Museros, en 1882 saca una publicación en la Paz, exaltando la calidad del aceite.

Pero llegan los vándalos en 1959,  y arrancan cientos de oliveras centenarias que había en Torre Guil. Los nuevos propietarios de estas tierras, plantan en un primer momento melocotoneros, por considerarlo más rentable; y más tarde se convierten en constructores y promotores de obras. A estos devastadores de bienes comunes, no les interesaba el Aceite, sino la Pasta.

El buen criterio de un agricultor influyente en aquel momento, hizo que podamos contar hoy con oliveras centenarias en el paraje denominado Cortijo Blanco. Este hombre que vivió 94 años (1855-1949), cosechaba, como en Torre Guil, el mejor aceite español”, así lo calificaban algunos medios.  

Nosotros ahora cuidamos esas oliveras, como si tuvieran alma, que la tienen; y le damos  un nombre a cada árbol, para defenderle  de los señores del mercado y la moto-sierra.  Entre los nombres de estas criaturas de edad provecta, cabe destacar a Generosa,  Atenea, Alborada, Santa, Galana,  Airosa, Bella, Aria,  Recatada, Delicia, Fortuna, Albina, Sultana, Areté, Encantada, Licenciosa, Henar, Ángela, Alezeya



El Aceite Royal de Oliveras Centenarias,  cosecha 2014, merece "cum laude". “Mejor aceite que este, imposible”, han manifestado los expertos en el Valle de Ricote. Hoy hemos hecho una cata doméstica y la experiencia ha sido sublime, "ni el ojo vio, ni el oído oyó..."  

La exclusividad de este aceite, hace que el precio sea muy elevado; hablamos de 40€ el litro,  en la cooperativa “Castillo de Canena”. Es cierto que quién está pagando estas cantidades,  no busca un aceite para su día a día, sino reencontrarse con sabores perdidos. En nuestro caso, -con una producción modesta-,  se utiliza el trueque,  aunque  sólo  sea  para hacer pública nuestra disidencia con los mercados.


Quienes han tomado este aceite durante un tiempo prolongado, saben de sus propiedades: Protege la salud,  ahuyenta los temores, expulsa el odio, trae la concordia  y promueve el deseo sexual. Su fuerza erótica es enorme.

P. D.
Todos los años celebramos la Cata, a la que están invitados los amigos. 
La novedad de este año, es haber elaborado el Royal Temprano, que amplía la paleta de sabores.