domingo, 31 de agosto de 2014


   Podemos, ¿en Murcia?

Crecen los comentarios en las redes sociales, con motivo de la Encuesta que  publica hoy el Mundo sobre tendencia de voto. El análisis de los resultados da para mucho, pero llama especialmente la atención, que un partido, PODEMOS, que apenas acaba de nacer, tenga tantos seguidores. En Murcia también.

         No hace falta ninguna encuesta para saber que la inmensa mayoría de los murcianos están hartos del punto muerto en el que se ha convertido la política: Se ha degenerado muy seriamente el medio ambiente; la educación y la sanidad están colapsadas; y la corrupción institucional se ha disparado. Nuestras universidades devienen en Escuelas de Formación Profesional, disputándose las titulaciones a impartir, sin disponer de condiciones para ello. Es difícil prosperar y obtener ayudas sin pagar sobornos, aquí donde la libertad de expresión está amenazada; y atreverse a pensar comporta riesgos.

Ya seamos independientes, blancos o azules, sentimos en nuestras entrañas la falta de honestidad. La mayoría de nosotros somos conscientes de que las grandes palabras están siendo utilizadas para objetivos cínicos, y el poder ha conseguido subvertir hasta los sentimientos más nobles. Mientras tanto, no se atiende a los desafíos más importantes. Muchos de los males que aquejan a la Región proceden de una quiebra cultural que no puede curarse con políticos mediocres, sean del color que sean. Es demasiado serio el momento que atravesamos, como para seguir rindiendo pleitesía a mandarines y cabildantes.

Pero si queremos que algo cambie, hay que echar de la política a granujas, trepas  y aprovechados. Muchos de ellos se muestran muy activos, pero se trata de un activismo vano. Actúan como vendedores de humo. Todos los días, unas veces de perfil y otras de frente, aparecen en el mercadillo mediático exhibiendo su obra pública, pero con un déficit de decencia que espanta.

¿Hay alternativa? La gente dice que no, porque “todos son iguales”.  Hasta ese extremo de confusión ha llegado la legitimación de la mala política. Creían algunos que oponerse a la indecencia, al latrocinio de bienes públicos, y al enriquecimiento súbito, no daba votos. Y en consonancia buscaron una imagen moderada, neutra y aséptica.  Se equivocaban.  Alguien tenía que tomar el pulso a la angustia, y generar esperanza.  Y, está siendo Podemos, la formación elegida.

A estas alturas, me gustaría titular: “Podemos en Murcia". Y animar a estos jóvenes valientes, "líderes exprés", vapuleados por todo dios:  Preparad la propuesta de futuro, porque se ha demostrado que sois capaces de transmitir esperanza.
En Murcia,  también podemos. Pero para ello hay que ponerse de pie.  

                

viernes, 22 de agosto de 2014


Mejor Aceite

En 1890 El Diario de Murcia se hacía eco de las propiedades de este Aceite: “…pues el que se vende aún en las tiendas más acreditadas parece andaluz, por su grosura y su sabor poco fino".

Los precios de mercado ponen de manifiesto que se trataba de un aceite exclusivo. En 1899, la arroba se cotizaba entre 13,75 y 14 pesetas, mientras que el andaluz no alcanzaba las 12,50 ni en su categoría superior. Y Las Provincias de Levante advertía que este aceite “no se vende desde hace algún tiempo, más que por el propio cosechero”… “Se avisa al público, porque en varios establecimientos se anuncia y expende con aquel nombre, aceite de otras procedencias”.

Las oliveras de esta zona, datan del siglo XVIII,  y su  aceite fue considerado insuperable frente a cualquier otro producido en España. Posteriormente, el catedrático de Agricultura Tomás Museros, en 1882 saca una publicación en la Paz, exaltando la calidad del aceite.

Pero llegan los vándalos en 1959,  y arrancan cientos de oliveras centenarias que había en Torre Guil. Los nuevos propietarios de estas tierras, plantan en un primer momento melocotoneros, por considerarlo más rentable; y más tarde se convierten en constructores y promotores de obras. A estos devastadores de bienes comunes, no les interesaba el Aceite, sino la Pasta.

El buen criterio de un agricultor influyente en aquel momento, hizo que podamos contar hoy con oliveras centenarias en el paraje denominado Cortijo Blanco. Este hombre que vivió 94 años (1855-1949), cosechaba, como en Torre Guil, el mejor aceite español”, así lo calificaban algunos medios.  

Nosotros ahora cuidamos esas oliveras, como si tuvieran alma, que la tienen; y le damos  un nombre a cada árbol, para defenderle  de los señores del mercado y la moto-sierra.  Entre los nombres de estas criaturas de edad provecta, cabe destacar a Generosa,  Atenea, Alborada, Santa, Galana,  Airosa, Bella, Aria,  Recatada, Delicia, Fortuna, Albina, Sultana, Areté, Encantada, Licenciosa, Henar, Ángela, Alezeya



El Aceite Royal de Oliveras Centenarias,  cosecha 2014, merece "cum laude". “Mejor aceite que este, imposible”, han manifestado los expertos en el Valle de Ricote. Hoy hemos hecho una cata doméstica y la experiencia ha sido sublime, "ni el ojo vio, ni el oído oyó..."  

La exclusividad de este aceite, hace que el precio sea muy elevado; hablamos de 40€ el litro,  en la cooperativa “Castillo de Canena”. Es cierto que quién está pagando estas cantidades,  no busca un aceite para su día a día, sino reencontrarse con sabores perdidos. En nuestro caso, -con una producción modesta-,  se utiliza el trueque,  aunque  sólo  sea  para hacer pública nuestra disidencia con los mercados.


Quienes han tomado este aceite durante un tiempo prolongado, saben de sus propiedades: Protege la salud,  ahuyenta los temores, expulsa el odio, trae la concordia  y promueve el deseo sexual. Su fuerza erótica es enorme.

P. D.
Todos los años celebramos la Cata, a la que están invitados los amigos. 
La novedad de este año, es haber elaborado el Royal Temprano, que amplía la paleta de sabores.


martes, 19 de agosto de 2014

Oliveras Centenarias

Tienen más de 300 años. Nadie les hizo caso, y ahora
se ha empezado a comercializar su aceite como si de un tesoro se tratara. Son los chinos quienes buscan el aceite exclusivo de oliveras centenarias con más empeño, mientras los políticos de esta Región no se enteran, y siguen arrancando los pocos árboles centenarios que todavía quedan para adornar  jardines de urbanizaciones. 
Nosotros cuidamos cada olivera y le damos  un nombre.